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Pasajeros en Tránsito
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Control Mental

Control Mental

 

de Liber Null, Peter J. Carroll

 

 

 

 

CONTROL MENTAL  

 

 Para que la magia opere efectivamente, la habilidad para concentrar la atención debe acrecentarse hasta que la mente pueda entrar en un estado similar al trance. Esto se lleva a cabo en un número de etapas: absoluta inmovilidad del cuerpo, regulación de la respiración, la detención de los pensamientos, concentración en el sonido, concentración en objetos, y concentración en imágenes mentales.

 

Inmovilidad  

Dispongan el cuerpo en cualquier posición confortable e intenten permanecer en esa posición tanto como sea posible. Traten de no parpadear o mover la lengua o los dedos o cualquier parte del cuerpo en absoluto. No dejen que la mente se escape en largas sucesiones de pensamiento sino más bien obsérvense pasivamente a sí mismos. Lo que parecía ser una confortable posición puede llegar a ser agonizante con el tiempo, ¡pero persistan! Aparten algún tiempo cada día para esta práctica y tomen ventaja de cualquier oportunidad de inactividad que pueda surgir.

Registren los resultados en el diario mágico. Uno no debe estar satisfecho con menos de cinco minutos. Cuando hayan sido logrados quince minutos, procedan a la regulación de la respiración.

 

Respiración  

Quédense tan inmóviles como sea posible y comiencen a hacer, deliberadamente, más lenta y más profunda la respiración. La meta es usar la capacidad completa de los pulmones pero sin cualquier esfuerzo muscular indebido o tensión. Los pulmones pueden mantenerse vacíos o llenos entre exhalación e inhalación para prolongar el ciclo. La cuestión importante es que la mente debe dirigir su completa atención al ciclo de la respiración. Cuando esto pueda hacerse durante treinta minutos procedan al no-pensar.


 

 No-Pensar  

Los ejercicios de inmovilidad y respiración pueden mejorar la salud pero no tienen otro valor intrínseco aparte de ser la preparación para el no-pensar, los puntos de partida del estado de trance mágico. Mientras se encuentren inmóviles y respirando profundo comiencen a distanciar la mente de cualesquiera pensamientos que surjan. El intento de hacer esto inevitablemente revela que la mente es una enfurecida tempestad de actividad. Solamente la más grande determinación puede ganar incluso unos cuantos segundos de silencio mental, pero aún esto es un triunfo considerable. Tengan como meta la completa vigilancia sobre el surgimiento de los pensamientos e intenten alargar los periodos de total estado de quietud.

Al igual que la inmovilidad física, esta inmovilidad mental debe ser practicada en tiempos fijos y también en cualquier momento en que un periodo de inactividad se presente. Los resultados deben ser registrados en su diario.

 

 

Los Trances Mágicos  

La Magia es la ciencia y el arte de provocar que los cambios ocurran en conformidad con la voluntad. La voluntad puede devenir mágicamente efectiva solo cuando la mente está concentrada y no interfiere con la voluntad. Primero la mente debe auto-disciplinarse a concentrar su total atención en cualquier fenómeno insignificante. Si una tentativa es hecha para concentrarse en alguna forma de deseo, el efecto es puesto en corto circuito por la lujuria de resultado. La identificación egotista, el temor al fracaso, y el deseo recíproco de no cumplir el deseo, que surge de nuestra naturaleza dual, destruyen el resultado.

Por consiguiente, cuando seleccionemos tópicos para la concentración, escojamos asuntos que no tengan significancia espiritual, egotista, intelectual, emocional o útil – cosas insignificantes.


 


 

Concentración en un objeto  

La leyenda del mal de ojo se deriva de la habilidad que tienen los brujos y los hechiceros para mostrar una mirada fija y muerta. Esta habilidad puede ser practicada con cualquier objeto (una marca en la pared, algo que esté a distancia, una estrella en el cielo) cualquier cosa. Observar un objeto con la mirada absolutamente fija, sin desviarla ni un sólo instante, es extremadamente difícil; aún así, debes lograr hacerlo durante varias horas. Cada intento del ojo por distorsionar al objeto, cada intento de la mente por encontrar otra cosa sobre la cual pensar, debe ser resistido. Eventualmente, es posible extraer secretos ocultos de distintos objetos mediante esta técnica, pero la habilidad debe ser desarrollada trabajando con objetos insignificantes.

 

Concentración en un sonido  

La parte de la mente en la cual surgen los pensamientos verbales es controlada mágicamente mediante la concentración en un sonido imaginado mentalmente. Cualquier sonido simple de una o más sílabas es elegido, por ejemplo, Abrahadabra, Yod He Vau He, Aum Mani Padme Hum, Zazas Zazas, Nasatanada Zazas. El sonido escogido es repetido una y otra vez en la mente para bloquear todo otro pensamiento. No importa cuán inapropiada pueda parecer la elección del sonido, debes persistir con él. Eventualmente, comenzará a parecer que el sonido se repite por sí mismo y esto incluso puede suceder mientras duermes. Estos son signos positivos. La concentración sonora es la clave para usar palabras de poder y para ciertas formas de proyectar hechizos.

 

Concentración en una imagen  

La parte de la mente en la cual surgen los pensamientos pictóricos es controlada mágicamente mediante la concentración en una imagen. Una forma simple, como un triángulo, un círculo, un cuadrado o una cruz es elegida y mantenida en el ojo mental, sin distorsión, durante el mayor tiempo posible. Sólo con un esfuerzo determinado es posible mantener la forma imaginada durante algún tiempo. Al principio, la imagen debe ser imaginada con los ojos cerrados. Luego, con un poco de práctica, puede ser proyectada sobre cualquier superficie blanca. Esta técnica es la necesaria para proyectar sigils y crear formas independientes de pensamiento.

Los tres métodos de obtener un trance mágico sólo darán resultado si son practicados con la más fanática y mórbida determinación. Estas habilidades son extremadamente anormales y usualmente inaccesibles para la conciencia humana, pues exigen un nivel de concentración inhumano, pero las recompensas son muy grandes. En el diario mágico tomen nota del trabajo formal de cada día y de todas las oportunidades extra que han sido utilizadas. Ninguna página debe quedar en blanco.