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Pasajeros en Tránsito
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Camino del guerrero (I)

Camino del guerrero (I)

"Has visto.. muchas cosas... y no temes la muerte, pero algunas veces la deseas... no es cierto? ... Eso le pasa a los hombres que han visto lo que me hemos visto... como las flores, vamos muriendo.... reconocer la vida de cada sorbo de aire, de cada taza de té, de cada muerte... ese es el camino del guerrero..."




I - El Guerrero nace

La nieve se ha derretido
El bosque respira nuevamente.
El Sol se refleja en el estanque...
Una vez más.

II - El Guerrero despierta


En el horizonte, el límite entre el Cielo y la Tierra se desdibuja. En el horizonte, es imposible discernir.
Antes de mirar la puesta de Sol, me siento en una firme roca.
Has estado viviendo en lo irreal. Tu existencia se ha desarrollado sobre lo inexistente.
Careces de base. Estás en el aire. Todo este tiempo has vivido pensado que las cosas eran de una manera. Has actuado en concordancia a ello y está bien. Pero en el Camino del conocimiento, el Guerrero debe penetrar más y más profundamente en sí mismo y su vida. En el Camino del conocimiento, el Guerrero debe morir para luego renacer fulgurante.
En este tiempo de despertar. Bruscamente has tomado conciencia de lo frágiles que eran tus creencias. Lo que antes eran tus pilares son ahora solo vestigios. El altísimo te ha jugado la vieja broma de sacarte la silla cuando ibas a sentarte como todos los días. Te has golpeado, has sentido dolor y esto también está bien. Si hubieses caído sobre algo mullido, no le hubieras dado mayor importancia. Pero la verdad es que aterrizaste a otra realidad. Estás desconcertado. Tu conciencia obnubilada. No entiendes nada de lo que pasó. Sientes que has perdido el tiempo hasta ahora y hasta sentirás vergüenza por lo que antes hiciste.
Restrospectivamente, te verás como alguien dedicado a cosas fútiles.
El dolor ciega. Aunque no lo entiendas ahora, lo que te ha ocurrido es algo maravilloso. Ya no eres el mismo de hace unos momentos atrás y, si eres lo suficientemente sabio, nunca volverás a serlo. Otras cosas importarán ahora, otras montañas habras de subir. Otros Demonios enfrentarás, otros hermanos caminarán contigo. Vive tu nueva vida, mira con tus nuevos ojos. Sin embargo, prepárate a renacer. Nuevamente. Sólo así podrás llegar al final del camino.

III - El Guerrero emprende el viaje

Has estado demasiado tiempo en este lugar. El aire está enrarecido. Estás estancado, no fluyes.
Tu entorno ya no te aporta nada nuevo. Debes, pues, marcharte en busca de nuevos
amaneceres. Deja lo superfluo, lleva contigo sólo lo esencial. Tu corazón, tu espíritu y tucuerpo son suficientes.
Ordena las cosas antes de irte. Cierra los círculos. No dejes cabos sueltos. Que tu partida sea natural, como el migrar de las grullas en invierno. No escapes. Simplemente abandona este lugar, esta situación. Vete. De seguro encontrarás nuevos compañeros de viaje.
Tal vez algún día regreses.

IV - El Guerrero muestra el interior

La hoja del sable es cortante y fría. La empuñadura es redonda y tibia. Sólo así puedo combatir.
¿Por qué llevas armaduras? ¿Por qué tanto temor? Nada serio puede pasarte ahora. Abre tu corazón al Sol y a la vida para que el mundo se refleje en ti. Si estás amargado, ábrete. La luz llegará suave. Si estás feliz, ábrete. La luz brotará suave.
Muestra el interior. Desecha lo superficial y libérate. Vive con la verdad. Si alguien merece
gelidez, que la reciba. Si alguien merece calor, eso debe recibir. Acariciar cuando hay que acariciar. Golpear cuando hay que golpear. Que nadie tenga dudas acerca de lo que tú eres, piensas o sientes. Aunque duela, vive con la Verdad. Ese es el camino del Guerrero. Ese es el único camino.

V - El Guerrero busca al hermano

El camino te llevará toda la vida. ¿Por qué hacerlo sólo? Es bueno recorrerlo acompañado.
Busca entonces al hermano del Camino. Con él podrás recorrer la senda de igual a igual.
Cuando él esté cansado, tú deberás seguir remando. Cuando tú duermes, él vigilará. Cuando uno tropiece, el otro estara allí para ayudarle. Cuando uno esté enfermo, el otro acudirá en su ayuda.
Poco a poco los lazos se fortalecerán, y vuestros corazones se alegrarán al abrazarse de Guerrero a Guerrero luego de cada batalla. Compartirán lo sagrado y lo profano por igual.
Compañeros de plegarias y de borracheras seréis. Cada uno con su vida, sus amores y
penurias, sumergido de lelno en la vida. Pero en medio de la vorágine, recordarás a tu amigo y el corazón se sentirá reconfortado. Año tras año recorrerán juntos la Senda Sagrada del Guerrero. Espalda con espalda, cien combates serán cien victorias.
Y un día lejano, al final de vuestras vidas, os sentareis uno al lado del otro, a contemplar el sol ponerse en el silencioso desierto.

VI - El Guerrero reúne los ejércitos

Una gran tarea te aguarda. No serás capaz de realizarla a menos que reconcentres tus
energías y te dispongas seriamente al combate. Unifica tu corazón, tu espíritu y tu cuerpo.
Alinéalos. Céntrate. Inspira. Enfoca todo tu ser a la prueba que se avecina. No andes por ahí despilfarrando fuerzas. No Se las entregues al lado oscuro. No por ahora, al menos. Si lo haces, el Demonio te aplastará como a un sapo. Tu vida depende de lo que vas a hacer. Deja de sonreír pues no es un juego. Puedes morir en el intento.
Reorganiza, acumula, enfoca y lánzate al vacío.
Sólo así podrás mantenerte entero.

VII - El Guerrero corta las cadenas

Durante largo tiempo has sido esclavo de tu debilidad. Hay una tarea delante de ti. Sabes que debes hacerlo, pero lo has estado postergando. Ya sea porque será doloroso, o porque te sientes incapaz de hacerlo. Pero no puedes dejar de oír tu voz interior. En algún momento deberás tomar las riendas del carruaje. Así es que asume tu condición de Guerrero y cumple con tu deber ahora. Es un acto ciego, sin arrepentimiento posible una vez iniciado. No prestes atención ni a tu comodidad, ni a tu pereza ni a tu indulgencia. Menos aún a los ignorantes de
piel mustia y mirada opaca. Blande el hacha y corta las cadenas. Sólo entonces serás liberado.

VIII - El Guerrero parte en busca del Demonio

Ya no es posible seguir viviendo así. El Demonio te ha acosado demasiado tiempo. Le has dado demasiada ventaja. Estás jugando su juego, te tiene a su merced. Si quieres ser libre, debes invertir los papeles. Reúne tus ejércitos antes de emprender el viaje. Búscalo dentro de ti, atrévete a mirar en tu interior. En la jornada encontrarás alimañas y carne putrefacta. Pero encontrarás Princesas y Maestros también. Ellos te ayudarán en el Combate. Ello no significa que lucharán por ti, pero tal vez puedan secar el sudor de tu frente, la sangre de tus heridas.
Persigue al Demonio, acósalo, enfréntalo. Desciende hasta el fondo del infierno a buscarlo.
Verás que se esconde y rehuye tu presencia. Cuando eso ocurra no pienses, sin embargo, que has triunfado. Que en ese momento la cobardía no se apodere de ti y te haga cejar en la búsqueda. Si no lo ves cuando lo buscas, escarba en los rincones no explorados aún.
Persíguelo día y noche. Aprende a reconocer sus huellas, sus olores, sus marcas. Y cuando lo encuentres, pártelo en dos de un sólo sablazo. Sin ira, pero con la fuerza del trueno. Obsérvalo cuidadosamente. Cerciórate de que está muerto. Luego regresa a la superficie.
Serás victorioso, consérvate humilde. Siéntate, respira.
Y luego sigue tu camino.


"El oraculo del guerrero" (continuara)