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Pasajeros en Tránsito
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Conocimiento de si mismo (VII)

Conocimiento de si mismo (VII)

31 – CRIATURAS MECANICAS

Publicado en Conferencias Fase A por admin en 1 enero 2008

De ninguna manera podríamos negar la Ley de Recurrencia procesándose en cada momento de nuestra vida.

Ciertamente, en cada día de nuestra existencia existe repetición de eventos, estados de conciencias, palabra, deseos, pensamientos, voliciones, etc.

Es obvio que cuando uno no se auto-observa no puede darse cuenta de esta incesante repetición diaria.

Resulta evidente que quien no siente interés alguno por observarse a sí mismo tampoco desea trabajar para lograr una verdadera transformación radical.

Para colmo de los colmos hay gentes que quieren transformarse sin trabajar sobre sí mismos.

No negamos el hecho de que cada cual tiene derecho a la real felicidad del espíritu, más también es cierto que tal felicidad sería algo más que imposible si no trabajamos sobre sí mismos.

Uno puede cambiar íntimamente cuando de verdad consigue modificar sus reacciones ante los diversos hechos que le sobrevienen diariamente.

Empero, no podríamos modificar nuestra forma de reaccionar ante los hechos de la vida práctica si no trabajáramos seriamente sobre sí mismos.

Necesitamos cambiar nuestra manera de pensar, ser menos negligentes, volvernos más serios y tomar la vida en forma diferente, en su sentido real y práctico.

Empero, si continuamos así tal como estamos, comportándonos en la misma forma todos los días, repitiendo los mismos errores, con la misma negligencia de siempre, cualquier posibilidad de cambio quedará de hecho eliminada.

Si uno de verdad quiere llegar a conocerse a sí mismo debe empezar por observar su propia conducta ante los sucesos de cualquier día de la vida.

No queremos decir con esto que no deba uno observarse a sí mismo diariamente, sólo queremos afirmar que se debe empezar por observar un primer día.

En todo debe haber un comienzo, y empezar por observar nuestra conducta en cualquier día de nuestra vida es un buen comienzo.

Observar nuestras reacciones mecánicas ante todos esos pequeños detalles de alcoba, hogar, comedor, casa, calle, trabajo, etc., etc., lo que uno dice, siente y piensa, es ciertamente lo más indicado.

Lo importante es ver luego cómo o de qué manera puede uno cambiar esas reacciones; empero, si creemos que somos buenas personas, que nunca nos comportamos en forma inconsciente y equivocada, nunca cambiaremos.

Ante todo necesitamos comprender que somos personas-máquinas, simples marionetas controladas por agentes secretos, por Yoes ocultos.

Dentro de nuestra persona viven muchas personas, nunca somos idénticos; a veces se manifiesta en nosotros una persona mezquina, otras veces una persona irritable, en cualquier otro instante una persona espléndida, benevolente, más tarde una persona escandalosa o calumniadora, después un santo, luego un embustero, etc.

Tenemos gente de toda clase dentro de cada uno de nosotros, Yoes de toda especie. Nuestra personalidad no es más que marioneta, un muñeco parlante, algo mecánico.

Empecemos por comportarnos conscientemente durante una pequeña parte del día; necesitamos dejar de ser simples máquinas aunque sea durante unos breves minutos diarios, esto influirá decisivamente sobre nuestra existencia.

Cuando nos Auto-Observamos y no hacemos lo que tal o cual Yo quiere es claro que empezamos a dejar de ser máquinas.

Un sólo momento en que se está bastante consciente como para dejar de ser máquina, si se hace voluntariamente, suele modificar radicalmente muchas circunstancias desagradables.

Desgraciadamente vivimos diariamente una vida mecanicista, rutinaria, absurda. Repetimos sucesos, nuestros hábitos son los mismos, nunca hemos querido modificarlos, son el carril mecánico por donde circula el tren de nuestra miserable existencia, empero pensamos de nosotros lo mejor…

Por donde quiera abundan los “mitómanos”, los que se creen Dioses; criaturas mecánicas, rutinarias, personajes del lodo de la tierra, míseros muñecos movidos por diversos Yoes; gentes así no trabajarán sobre sí mismos…

32 – EL CAMBIO RADICAL

Publicado en Conferencias Fase A por admin en 1 enero 2008

En tanto un hombre prosiga con el error de creerse a sí mismo Uno, Único, Individual, es evidente que el cambio radical será algo más que imposible.

El hecho mismo de que el trabajo esotérico comience con la rigurosa observación de sí mismo nos está indicando una multiplicidad de factores Psicológicos, Yoes o elementos indeseables que es urgente extirpar, erradicar de nuestro interior.

Incuestionablemente, en modo alguno sería posible eliminar errores desconocidos, urge observar previamente aquello que queremos separar de nuestra Psiquis.

Este tipo de trabajo no es externo sino interno, y quienes piensen que cualquier manual de urbanidad o sistema ético externo y superficial les pueda llevar al éxito estarán de hecho totalmente equivocados.

El hecho concreto y definitivo de que el trabajo íntimo empiece con la atención concentrada en la observación plena de sí mismo es motivo más que suficiente como para demostrar que esto exige un esfuerzo personal muy particular de cada uno de nosotros.

Hablando francamente y sin ambages, aseveramos en forma enfática lo siguiente: ningún ser humano podría hacer este trabajo por nosotros.

No es posible cambio alguno en nuestra Psiquis sin la observación directa de todo ese conjunto de factores subjetivos que llevamos dentro.

Dar por aceptado la multiplicidad de errores, descartando la necesidad de estudio y observación directa de los mismos, significa de hecho una evasiva o escapatoria, una huida de sí mismo, una forma de auto-engaño.

Sólo a través del esfuerzo riguroso de la observación juiciosa de sí mismo, sin escapatorias de ninguna especie, podremos evidenciar realmente que no somos “Uno” sino “Muchos”.

Admitir la pluralidad del Yo y evidenciarla a través de la observación rigurosa son dos aspectos diferentes.

Alguien puede aceptar la Doctrina de los muchos Yoes sin haberlo jamás evidenciado; esto último sólo es posible auto-observándose cuidadosamente.

Rehuir el trabajo de observación íntima, buscar evasivas, es signo inconfundible de degeneración.

Mientras un hombre sustente la ilusión de que es siempre una y la misma persona no puede cambiar, y es obvio que la finalidad de este trabajo es precisamente lograr un cambio gradual en nuestra vida interior.

La transformación radical es una posibilidad definida que normalmente se pierde cuando no se trabaja sobre sí mismo.

El punto inicial del cambio radical permanece oculto mientras el hombre continúe creyéndose Uno.

Quienes rechazan la Doctrina de los muchos Yoes demuestran claramente que jamás se han auto-observado seriamente.

La severa observación de sí mismo sin escapatorias de ninguna especie nos permite verificar por sí mismos el crudo realismo de que no somos “Uno” sino “Muchos”.

En el mundo de las opiniones subjetivas diversas teorías seudo-esotéricas o seudo-ocultistas sirven siempre de callejón para huir de sí mismos…

Incuestionablemente, la ilusión de que se es siempre una y la misma persona sirve de escollo para la auto-observación…

Alguien podría decir: “Sé que no soy Uno sino Muchos, la Gnosis me lo ha enseñado”. Tal afirmación aunque fuese muy sincera, si no existiese plena experiencia vivida sobre ese aspecto doctrinario, obviamente sería algo meramente externo y superficial.

Evidenciar, experimentar y comprender es lo fundamental, sólo así es posible trabajar conscientemente para lograr un cambio radical.

Afirmar es una cosa y comprender es otra. Cuando alguien dice: “Comprendo que no soy Uno sino Muchos”, si su comprensión es verdadera y no mera palabrería insustancial de charla ambigua, esto indica, señala, acusa, plena verificación de la Doctrina de los Muchos Yoes.

Conocimiento y Comprensión son diferentes. El primero de éstos es de la mente, el segundo del corazón.

El mero conocimiento de la Doctrina de los Muchos Yoes de nada sirve; desafortunadamente, por estos tiempos en que vivimos, el conocimiento ha ido mucho más allá de la comprensión, porque el pobre animal intelectual, equivocadamente llamado hombre, desenvolvió exclusivamente el lado del conocimiento, olvidando lamentablemente el correspondiente lado del Ser.

Conocer la Doctrina de los Muchos Yoes y comprenderla es fundamental para todo cambio radical verdadero.

Cuando un hombre comienza a observarse detenidamente a sí mismo, desde el ángulo de que no es Uno sino Muchos, obviamente ha iniciado el trabajo serio sobre su naturaleza interior.

Sólo a través de la autoobservación podremos evidenciar que no somos “Uno” sino “Muchos”

33 – LEY DE OCTAVAS Y LEY DE ENTROPIA

Publicado en Conferencias Fase A por admin en 1 enero 2008

LEY DE OCTAVAS

Hoy vamos a estudiar esta Ley y su opuesta, la de la Entropía, las cuales rigen toda la naturaleza. Cómo conocerlas y poderlas utilizar para lograr nuestro objetivo de auto-realizarnos en una existencia.

La Ley de Octavas nos enseña a ascender, nos muestra dónde nos estancamos, por qué y cómo poder seguir ascendiendo hasta la meta final, cómo funcionan las leyes de la fuerza, etc.

La Ley de Octavas o la Corriente del Sonido, o Corriente de la Vida, son lo mismo.

Si nosotros observamos la escala musical: DO – RE – MI – FA – SOL – LA – SI vemos las siete notas musicales. Para ir de un DO inferior a un DO superior es necesario elevarse una octava más.

A esta escala la llamaremos la Corriente de la Vida, en la que todos los seres humanos están directamente involucrados, a la vez que sometidos por ella.

Al comenzar a cantar una escala musical, DO – RE – MI, cuando llegamos a MI encontramos la Primera Pausa, entre las notas MI y FA. Luego vemos que las siguientes tres notas: FA – SOL – LA van juntas, pero al llegar a LA hallamos la Segunda Pausa, entre LA y SI.

Pasando a la nota SI vemos que está independiente, y encontraremos la Tercera Pausa, entre SI y el DO Superior. Esto implica que vamos a encontrar tres pausas en una escala musical. Esto mismo sucede con todos los eventos de la vida de uno.

El Primer Shock se da al nacer. Al nacer e inhalar el primer aliento, cuando la chispa es conectada al nuevo cuerpo y la vida ingresa, tenemos derecho a las notas musicales DO, RE y MI. Éstas equivalen al Cuerpo Físico, Cuerpo Vital y el principio de Alma (dado por la nota MI), acompañados por una personalidad con la que nos desenvolvemos en el mundo físico.

Nacemos, crecemos, nos reproducimos, envejecemos y morimos sin ningún objetivo verdadero. En esto estará toda la humanidad mientras no encuentre algo que le permita vencer esta Primera Pausa. A partir del momento en que llega al MI, o continúa subiendo o regresa al punto de partida. En el último de los casos, la Ley de Entropía nos igualará en el cementerio y tendremos que retornar nuevamente una y otra vez hasta agotar los 108 cuerpos físicos que tenemos por Ley.

Aquí encontramos a los llamados Hombres del Tercer Día, vistos a la luz del Génesis, fascinados con la existencia, hipnotizados y sin siquiera conocer la razón de su existencia.

El Segundo Shock: Si alguien nos da el Conocimiento nuestra existencia tendrá razón de Ser. “De mil que me buscan uno me encuentra”.

Una vez recibido el Conocimiento se nos abren dos caminos: lo practicamos y continuamos avanzando o no lo practicamos y lo volvemos una creencia. Notas musicales de cada Cuerpo

“De mil que me encuentran uno me sigue”.

Una vez recibido el conocimiento deberemos empezar a crear en el Sexo, con la Energía Creadora Sexual, los Cuerpos Solares para avanzar por las notas musicales FA, SOL, LA. Esto implica la creación de los cuerpos Astral, Mental y Causal Solares, o hacer la Primera Montaña y convertirnos en Hombres del Sexto Día, según el Génesis. Hombres hechos a imagen y semejanza de Dios, los Hombres Verdaderos.

Pero aun así no se es un Dios. Es necesario vencer la Segunda Pausa. Debe darse el Tercer Shock para conquistar la nota musical SI y esto implicará morir en sí mismo o hacer la Segunda Montaña. “De mil que me siguen uno es mío”

Sin embargo, aún nos falta vencer la Tercera Pausa. Para esto es necesario conquistar el DO Superior, lograr el Nacimiento Segundo, la Resurrección, y no se puede resucitar sin morir. Esta es la muerte de los Yoes-Causa, que tiene que darse para poder nacer en el Mundo Espiritual (Cuarto Shock). Esto implica finalizar la Segunda Montaña y empezar la Tercera Montaña.

Cuando la persona logra avanzar de este DO Inferior hasta este DO Superior se dice que ha logrado NACER por segunda vez. Ese nacimiento de fondo sería hacerse Resurrecto. La alternativa está abierta para todos los Seres Humanos, pero es absolutamente necesario que se sepa cómo hacer el trabajo y cómo aplicar los Tres Factores de la Revolución de la Conciencia:

Nacer: Primera Montaña. Creación de los Cuerpos, recuperación de las Aguas, Génesis.

Morir: Segunda Montaña. Eliminación de los defectos, Apocalipsis.

Sacrificio por la Humanidad: Tercera Montaña. Conseguir un Discípulo.

LEY DE ENTROPÍA

Es la también llamada “Ley de Igualación”.

Ejemplo: Si ponemos una olla llena de agua caliente junto a otra llena de agua fría vemos cómo se precipita la entropía, hay un intercambio de calor y de frío. Por último ambas quedan iguales.

Millones de personas están metidos en el camino de la entropía; como no trabajan sobre sí mismos cada día se vuelven más imbéciles, la mente se les va atrofiando, los centros de la máquina humana cada vez están más degenerados, ya no les trabajan todos los órganos del cerebro, y al fin llega un día en que la Ley de Entropía los inmola a todos en el Tártarus.

¿No se han fijado como la Ley de Entropía inmola a la gente? Pueden enterrar a uno en un ataúd de oro y a otro en un ataúd de madera y, por muy bonita que sea la sepultura, a la larga quedan iguales de huesudos.

Todas las cosas están marcadas bajo la Ley de Entropía, en todo se la encuentra. Los mares convertidos en basureros. Ríos contaminados, peces moribundos. Atmósfera contaminada por el smog. Los frutos de la tierra adulterados. He ahí la Ley de Entropía.

Sólo mediante la transformación es posible vencer la Ley de Entropía, pues la transformación incluye sacrificios, eso es ostensible.

Por ejemplo: si uno sacrifica el deseo sexual, esa fuerza que por medio de otra fuerza cristaliza sus poderes en nosotros, crea los Cuerpos Existenciales del Ser; si uno sacrifica la ira aparece la gema preciosa de la mansedumbre; si sacrifica uno el ansia de dinero, la codicia insoportable, nacerá en uno el altruismo; si sacrifica la envidia se manifestará en uno la energía filantrópica, el deseo de trabajar uno por el prójimo, la alegría por el bien ajeno; es decir, no puede haber transformación sin sacrificio.

Así también para el hombre que sacrifica sus impulsos sexuales el resultado de esa energía es la Creación de los Cuerpos Existenciales del Ser.

Si se sacrifican los yoes, si se destruyen todos, el resultado de ese sacrificio será la energía liberada, que dará origen al Hombre Interior Profundo. Entonces, se escapa uno de la entropía degenerante.

La gente no quiere realmente sacrificarse, no comprende lo que es el sacrificio.

Es claro, puede empezar por sacrificar sus sentimientos; yo les aseguro que la gente está dispuesta a sacrificar sus placeres, hasta sus vicios y dinero, todo sacrificaría, pero no sus sufrimientos y dolores, los quiere mucho.

Si se empieza por sacrificar los sentimientos se puede dar un gran paso, vencer la Ley de Entropía.

¿Quién de ustedes está dispuesto a sacrificar sus sentimientos, a sacrificarse por la humanidad? Es bueno sacrificarnos por la humanidad. En realidad, no nos sacrificarnos para portarnos mal.

No debemos pensar en el sufrimiento jamás. La gente basa sus experiencias en sus sufrimientos, por lo que pasó en las amarguras, gozan recordándolos, dicen: “yo pasé por tales y cuales cosas en la calle para ser lo que soy”. Se sienten importantes recordándolos.

Sacrifiquen sus sufrimientos, erradiquen de sí mismos los yoes que los produjeron y quedan sacrificados los sufrimientos, pues el yo de los sufrimientos hay que erradicarlo. Esa energía que resulta de ahí es transformación, pues nace en un hombre diferente y vence la Ley de Entropía.

34 – EL CENTRO DE GRAVEDAD PERMANENTE

Publicado en Conferencias Fase A por admin en 1 enero 2008

No existiendo una verdadera individualidad resulta imposible que haya continuidad de propósitos. Si no existe el individuo psicológico, si en cada uno de nosotros viven muchas personas, si no hay sujeto responsable, sería absurdo exigirle a alguien continuidad de propósitos.

Bien sabemos que dentro de una persona viven muchas personas; entonces, el sentido pleno de la responsabilidad no existe realmente en nosotros. Lo que un Yo determinado afirma en un instante dado no puede revestir ninguna seriedad debido al hecho concreto de que cualquier otro Yo puede afirmar exactamente lo contrario en cualquier otro momento.

Lo grave de todo esto es que muchas gentes creen poseer el sentido de responsabilidad moral y se auto-engañan afirmando ser siempre las mismas.

Personas hay que en cualquier instante de su existencia vienen a los estudios Gnósticos, resplandecen con la fuerza del anhelo, se entusiasman con el trabajo esotérico y hasta juran consagrar la totalidad de su existencia a estas cuestiones. Incuestionablemente todos los hermanos de nuestro movimiento llegan hasta a admirar a un entusiasta así. Uno no puede menos que sentir gran alegría al escuchar personas de esta clase, tan devotas y definitivamente sinceras.

Sin embargo, el idilio no dura mucho tiempo. Cualquier día debido a tal o cual motivo justo o injusto, sencillo o complicado, la persona se retira de la Gnosis. Entonces, abandona el trabajo y para enderezar el entuerto, o tratando de justificarse a sí misma, se afilia a cualquier otra organización mística y piensa que ahora va mejor.

Todo este ir y venir, todo este cambiar incesante de escuelas, sectas, religiones, se debe a la multiplicidad de “Yoes” que en nuestro interior luchan entre sí por su propia supremacía.

Como quiera que cada Yo posee su propio criterio, su propia mente, sus propias ideas, es apenas normal este cambio de pareceres, este mariposear constante de organización en organización, de ideal en ideal, etc. El sujeto, en sí, no es más que una máquina que tan pronto sirve de vehículo a un Yo como a otro.

Algunos “Yoes” místicos se auto-engañan, después de abandonar tal o cual secta resuelven creerse Dioses, brillan como luces fatuas y por último desaparecen.

Personas hay que por un momento se asoman al trabajo esotérico y luego, en el instante en que otro Yo interviene, abandonan definitivamente estos estudios y se dejan tragar por la vida.

Obviamente, si uno no lucha contra la vida ésta se lo devora, y son raros los aspirantes que de verdad no se dejan tragar por la vida.

Existiendo dentro de nosotros toda una multiplicidad de “Yoes” el Centro de Gravedad Permanente no puede existir.

Es apenas normal que no todos los sujetos se auto-realicen íntimamente. Bien sabemos que la Auto-realización Íntima del Ser exige continuidad de propósitos, y como quiera que es muy difícil encontrar a alguien que tenga un centro de gravedad permanente, entonces, no es extraño que sea muy rara la persona que llegue a la Auto-realización interior profunda.

Lo normal es que alguien se entusiasme por el trabajo esotérico y que luego lo abandone; lo extraño es que alguien no abandone el trabajo y llegue a la meta.

Ciertamente y en nombre de la verdad, afirmamos que el Sol está haciendo un experimento de laboratorio muy complicado y terriblemente difícil.

Dentro del animal intelectual equivocadamente llamado hombre existen gérmenes que convenientemente desarrollados pueden convertirse en hombres solares.

Sin embargo, no está de más aclarar que no es seguro que esos gérmenes se desarrollen, lo normal es que se degeneren y pierdan lamentablemente.

En todo caso, los citados gérmenes que han de convertirnos en hombres solares necesitan de un ambiente adecuado, pues bien sabido es que la semilla en un medio estéril no germina, se pierde.

Para que la semilla real del hombre, depositada en nuestras glándulas sexuales, pueda germinar se necesita continuidad de propósitos y cuerpo físico normal.

Si los científicos continúan haciendo ensayos con las glándulas de secreción interna cualquier posibilidad de desarrollo de los mencionados gérmenes podría perderse.

Aunque parezca increíble, las hormigas pasaron ya por un proceso similar, en un remoto pasado arcaico de nuestro planeta Tierra.

Uno se llena de asombro al contemplar la perfección de un palacio de hormigas. No hay duda de que el orden establecido en cualquier hormiguero es formidable.

Aquellos Iniciados que han despertado conciencia saben por experiencia mística directa que las hormigas, en tiempos que ni remotamente sospechan los historiadores más grandes del mundo, fueron una raza humana que creó una poderosísima civilización socialista.

Entonces eliminaron los dictadores de aquella familia las diversas sectas religiosas y el libre albedrío, pues todo ello les restaba poder y ellos necesitaban ser totalitarios en el sentido más completo de la palabra.

En estas condiciones, eliminada la iniciativa individual y el derecho religioso, el animal intelectual se precipitó por el camino de la involución y degeneración.

A todo lo antes dicho se añadieron los experimentos científicos: transplantes de órganos, glándulas, ensayos con hormonas, etc., etc., etc., cuyo resultado fue el empequeñecimiento gradual y la alteración morfológica de aquellos organismos humanos, hasta convertirse por último en las hormigas que conocemos.

Toda aquella civilización, todos esos movimientos relacionados con el orden social establecido se volvieron mecánicos y se heredaron de padres a hijos; hoy uno se llena de asombro al ver un hormiguero, más no podemos menos que lamentar su falta de inteligencia.

Si no trabajamos sobre sí mismos involucionamos y degeneramos espantosamente.

El experimento que el Sol está haciendo en el laboratorio de la naturaleza, ciertamente, además de ser difícil, ha dado muy pocos resultados.

Crear hombres solares sólo es posible cuando existe verdadera cooperación en cada uno de nosotros. No es posible la creación del hombre solar si no establecemos antes un centro de gravedad permanente en nuestro interior.

¿Cómo podríamos tener continuidad de propósitos si no establecemos en nuestra psiquis el centro de gravedad?

Cualquier raza creada por el Sol, ciertamente, no tiene otro objetivo en la naturaleza que el de servir a los intereses de esta creación y al experimento solar.

Si el Sol fracasa en su experimento pierde todo interés por una raza así, y ésta de hecho queda condenada a la destrucción y a la involución.

Cada una de las razas que han existido sobre la faz de la Tierra ha servido para el experimento solar. De cada raza ha logrado el Sol algunos triunfos, cosechando pequeños grupos de hombres solares.

Cuando una raza ha dado sus frutos desaparece en forma progresiva o perece violentamente mediante grandes catástrofes.

La creación de hombres solares es posible cuando uno lucha por independizarse de las fuerzas lunares. No hay duda de que todos estos “Yoes” que llevamos en nuestras psiquis son de tipo exclusivamente lunar.

En modo alguno sería posible liberarnos de la fuerza lunar si no estableciéramos previamente en nosotros un centro de gravedad permanente.

¿Cómo podríamos disolver la totalidad del Yo Pluralizado si no tenemos continuidad de propósitos? ¿De qué manera podríamos tener continuidad de propósitos sin haber establecido previamente en nuestra psiquis un centro de gravedad permanente?

Como quiera que la raza actual, en vez de independizarse de la influencia lunar, ha perdido todo interés por la inteligencia solar, incuestionablemente, se ha condenado a sí misma hacia la involución y degeneración.

No es posible que el hombre verdadero surja mediante la mecánica evolutiva. Bien sabemos que la evolución y su hermana gemela, la involución, son tan sólo dos leyes que constituyen el eje mecánico de toda la naturaleza. Se evoluciona hasta cierto punto perfectamente definido y luego viene el proceso involutivo; a toda subida le sucede una bajada y viceversa.

Nosotros somos exclusivamente máquinas controladas por distintos “Yoes”. Servimos a la economía de la naturaleza, no tenemos una individualidad definida como suponen equivocadamente muchos pseudo-esoteristas y pseudo-ocultistas.

Necesitamos cambiar con urgencia máxima a fin de que los gérmenes del hombre den sus frutos. Sólo trabajando sobre sí mismos con verdadera continuidad de propósitos y sentido completo de responsabilidad moral podemos convertirnos en hombres solares. Esto implica consagrar la totalidad de nuestra existencia al trabajo esotérico sobre sí mismos.

Aquellos que tienen esperanza en llegar al estado solar mediante la mecánica de la evolución se engañan a sí mismos y se condenan de hecho a la degeneración involutiva.

En el trabajo esotérico no podemos darnos el lujo de la versatilidad; esos que tienen ideas veletas, esos que hoy trabajan sobre su psiquis y mañana se dejan tragar por la vida, esos que buscan evasivas, justificaciones para abandonar el trabajo esotérico, degenerarán e involucionarán.

Algunos aplazan el error, dejan todo para un mañana mientras mejoran su situación económica, sin tener en cuenta que el experimento solar es algo muy distinto a su criterio personal y a sus consabidos proyectos.

No es tan fácil convertirse en hombre solar cuando cargamos la Luna en nuestro interior. (El Ego es lunar).

La Tierra tiene dos lunas; la segunda de éstas es llamada Lilith y se haya un poco más distante que la Luna blanca. Los astrónomos suelen ver a Lilith como una lenteja, pues es de muy poco tamaño. Esa es la Luna negra. Las fuerzas más siniestras del Ego llegan a la Tierra desde Lilith y producen resultados psicológicos infrahumanos y bestiales. Los crímenes de la Prensa Roja, asesinatos más monstruosos de la historia, los delitos más insospechados, etc., etc., etc., se deben a las ondas vibratorias de Lilith.

La doble influencia lunar, representada en el ser humano mediante el Ego que carga en su interior, hacen de nosotros un verdadero fracaso.

Si no vemos la urgencia de entregar la totalidad de nuestra existencia al trabajo sobre sí mismos, con el propósito de liberarnos de la doble fuerza lunar, terminaremos tragados por la Luna, involucionando, degenerando cada vez más y más dentro de ciertos estados que bien podríamos calificar de inconscientes e infraconscientes.

Lo grave de todo esto es que no poseemos la verdadera individualidad, si tuviéramos un centro de gravedad permanente trabajaríamos de verdad seriamente hasta lograr el estado solar.

Hay tantas disculpas en estas cuestiones, hay tantas evasivas, existen tantas atracciones fascinantes, que de hecho suele hacerse casi imposible comprender por tal motivo la urgencia del Trabajo Esotérico.

Sin embargo, el pequeño margen que tenemos de Libre Albedrío y la Enseñanza Gnóstica orientada hacia el trabajo práctico podrían servirnos de basamento para nuestros nobles propósitos relacionados con el experimento solar.

La mente veleta no entiende lo que aquí estamos diciendo, lee este capítulo y posteriormente lo olvida; viene después otro libro y otro, y al final concluimos afiliándonos a cualquier institución que nos venda pasaporte para el cielo, que nos hable en forma más optimista, que nos asegure comodidades en el más allá.

Así son las gentes, meras marionetas controladas por hilos invisibles, muñecos mecánicos con ideas veletas y sin continuidad de propósitos.

35 – EXPLICACIONES SOBRE LA FAMILIA Y LOS APEGOS

Publicado en Conferencias Fase A por admin en 1 enero 2008

Los objetivos de esta conferencia son:

  • Comprender lo que es la familia y los conceptos equívocos que sobre ella tenemos.
  • Ver el valor que ésta tiene en el trabajo esotérico.
  • Los problemas que origina en el desenvolvimiento del trabajo esotérico.
  • El estancamiento y los conflictos que genera el apego.

Poseemos tres familias:

1- La primera clase de familia está relacionada con el mundo exterior, donde encontramos nuestro Cuerpo Físico y la Personalidad. La Familia Física: padre, madre, hermanos, esposa, hijos, tíos, primos, abuelos, nietos, etc.

2- Una segunda familia relacionada con el Alma, Mente o Energía. Esta parte del alma es lo que vamos a llamar nuestro mundo interior. La Familia Psicológica: todo nuestro Ego o formas de ser de uno mismo, el 97% de Esencia o Conciencia atrapada.

3- La tercera familia es la relacionada con el Espíritu o Conciencia, es la parte que vamos a llamar nuestro mundo interior del interior. La Real Familia: el 3% de Conciencia libre, a la que iremos sumando toda la que rescatemos de la cárcel psicológica. Cada uno de estos elementos psicológicos que tenemos tiene una parte real y verdadera que está atrapada en su interior.

Analicemos la Familia Física:

· Indudablemente, todos necesitamos del cuerpo físico para poder existir y hacer la Obra.

· Todos tenemos derecho a tener 108 cuerpos físicos humanos (Ley de Retorno).

· Esto implica que deberemos nacer 108 veces. Por lo tanto, tendremos 108 madres y 108 padres.

· También implica que deberemos pagar los diferentes cuerpos que nos han dado (Leyes de Retorno y Recurrencia).

· El ser humano al nacer es indefenso, por eso debemos tener una madre que nos cuide, hasta poder defendernos por sí mismos.

· A las personas nacidas de la misma madre les denominamos hermanos y hermanas.

· ¿Cuál de todas las 108 mamás que hemos tenido es la verdadera? ¿Cuál de los 108 papás que hemos tenido es el verdadero? ¿Cuáles de todos los miles de hermanos que hemos tenido son los verdaderos?

· Retornamos en la semilla de nuestros descendientes.

· Para la reproducción de la especie se hace necesario conseguir una pareja.

· La creación de los Cuerpos Existenciales del Ser se hará en el sexo y para eso deberemos tener una pareja estable.

· Por lo anterior vemos la importancia de tener una familia física.

· La esposa es una hermana que nos está colaborando, y nosotros a ella.

· Los hijos son hermanos a los que nos comprometimos a colaborarles.

· Vemos a las personas de la calle como extrañas porque no nacieron en nuestra casa. No comprendemos que son nuestros hermanos. ¿Acaso nuestra casa no es el planeta Tierra?

· Los apegos no nos dejan comprender que todos los seres humanos son hermanos entre sí y no existe otro vínculo ni título.

Veamos la Familia Psicológica:

La familia interior está constituida por unos elementos llamados Yoes, que manejan las diferentes energías de los centros de la máquina. Esta familia interior fue formada por la mala utilización de la Energía Creadora Sexual.

Todas las impresiones no transformadas, por falta de concentración, crean más defectos psicológicos; más tarde, con el transcurrir del tiempo, hemos creado una legión.

Hay yoes de todos los modelos pero cada uno tiene su propio porcentaje de chispas o esencia atrapada, formado por la totalidad de energía que ha absorbido a lo largo de su existencia. Eso sucede cada vez que alimentamos al defecto. La suma de ellos es nuestra familia psicológica, o mundo interior.

Todos los defectos se sintetizan en los Siete Yoes Causa: Pereza, Codicia, Lujuria, Orgullo, Ira, Gula y Envidia.

Como decía el poeta de Mantua, aunque tuviéramos paladar de acero y mil lenguas no alcanzaríamos a describirlos cabalmente.

Esos defectos son todos nuestros vicios, deseos, equivocaciones, sufrimientos, placeres, reacciones, etc. Y son más queridos para nosotros que los mismos hijos físicos. De ahí el apego que les tenemos. Ustedes lo van a ver, y a verificar, cuando avancen en el trabajo de la Muerte Psicológica.

Analicemos la Real Familia:

Le llamamos la familia verdadera porque eternamente existirá. Nuestro Ser está constituido por muchas partes, todas ellas son desdoblamientos de nuestro Padre:

· Dios como Padre representa nuestra sabiduría.

· Dios como Madre es nuestra Esencia, nuestra materia prima, nuestra Energía Creadora del Espíritu Santo, nuestro Amor.

· Dios como Hijo simboliza la Justicia, el Entrenador Psicológico, el dador de Luz (Sabiduría) y Fuego (Amor).

Esas tres fuerzas primarias se desdoblan en nuestro interior en otras tres que son:

· Atman. El Íntimo, el Inefable, el Guerrero.

· Budhi. Nuestra Alma Divina, la Walkiria.

· Manas. La Voluntad Cristo, el Verbo. Nuestra Alma Humana.

Están también:

· El Cristo Interno.

· Los Doce Apóstoles.

· Los Veinticuatro Ancianos Panaderos.

· Los Cuatro de Barajas, etc., etc., etc.

En la medida que trabajamos en los Tres Factores, y la Revolución de la Conciencia avanza, se inicia la Integración de nuestro Ser. Vamos vivenciando que todas esas chispas, que actualmente están atrapadas en la legión, se van liberando e integrando para poder lograr la Sagrada Individualidad, puesto que al final todas ellas serán una Unidad.

Ahora veamos la cuestión de los Apegos:

¿A qué estamos apegados? ¿Por qué creemos que estar apegados es estar enamorados? ¿En qué se fundamentan nuestros apegos?

Como se estudia en la Conferencia de la No-Identificación con las cosas del diario vivir, podemos ver que todos los apegos tienen origen en el temor, que el Diablo se disfraza de amor a través del apego.

Esta cuestión del apego es terrible. Termina demorando y hasta paralizando la posibilidad de Auto-realizarnos si no la comprendemos perfectamente.

Se unen un varón y una hembra y lo primero que buscan es un tejado. Luego lo comienzan a llenar de muebles, y después echan raíces. Más tarde vienen los hijos, las propiedades, los bienes y miles de boberías más.

Nos apegamos a todas las comodidades. Sufrimos al pensar en perderlas, pensamos cómo sería nuestra vida sin eso, nos sentimos en las cosas y personas, nos hemos acostumbrado a ellas. No queremos incomodarnos. Sentimos que eso nos costó mucho trabajo. Pensamos que estar sin ellas sería como retroceder. Nos preocupa el qué dirán, el qué pensarán, etc.

¿Cuándo han visto ustedes un entierro con trasteo, con mudanza?

Nos sentimos dueños de los hijos, de la esposa, del esposo, y esto nos impide ver la realidad de las cosas. Lo pasajero de todas las cosas y circunstancias de la vida.

Lo real es que cada uno de nuestros hijos debe aprender a valerse por sí mismo. Que cada uno de ellos llegará a la juventud e iniciará su propio camino. Que la responsabilidad nuestra es cuidarlos hasta que se desarrollen y formen sus propios hogares.

Pero lo más interesante resulta cuando una persona aprende a desdoblarse conscientemente y descubre que no tiene familia física real. Allí, se olvidaría de eso. Y si le preguntaran: “¿quiénes son todas las chispas que hay en el planeta?” diría que todas son sus hermanas, porque todas forman lo mismo que él, la Gran Familia de los habitantes del Planeta Tierra.

Entonces, con esa Conciencia, diría: “bueno, entonces… ¿quién es mi mamá?”. Pues es una hermana, alguien que me ayudó para que tuviera mi cuerpo físico, que me lo debía. “¿Quién es mi papá?”. Lo mismo. “¿Quiénes son mis hijos?”. Personas a quienes les tengo que pagar algo que les debía, y así sucesivamente. Me dieron antes un cuerpo y ahora les doy un cuerpo, así de sencillo.

Cuando comienza a verse la vida así podemos empezar a originar grandes cambios en nuestra psicología.

Estudiemos un poco más esto: cuando una persona se muere, al cabo de tres meses aproximadamente, lleva a cabo el proceso de desprendimiento de su familia, y se va olvidando de todo esto. Se queda viviendo en su mundo interior. Allí se desenvuelve perfectamente, en el mundo del Alma. Si es consciente podrá seguir viviendo conscientemente. Si está dormido vivirá hipnotizado en ese mundo interior, esperando a que le den otro cuerpo físico para retornar al planeta Tierra.

Un grave problema en el Esoterismo está dado por el apego. Cuando se está trabajando en el mundo interior hay que pasar por las pruebas. Y las pruebas se ganan o se pierden. Si uno es muy apegado generalmente pierde las pruebas.

Es necesario comprender el conflicto que hay con la familia y los apegos, tenerlo muy claro, muy bien comprendido, para no estancarnos en el trabajo.

Cuando se llega, por ejemplo, a la toma de Decisión de los Caminos, el Camino Directo o el Camino del Nirvana, el grave conflicto por el que se pasa. De 1.000 iniciados, solo uno se decide por el Camino Directo. Los 999 restantes se meten por este camino del Nirvana, por el apego a los Yoes-Causa. Esos yoes no dejan que uno se vaya por el Camino Directo, le arman lío, y hacen que se escoja por el camino del Nirvana.

Pero vamos a ver en el plano físico con el verdadero trabajador esoterista. Cuando la persona va despertando Conciencia con el trabajo esotérico comienza a encontrarse con los Señores de la Ley a diario. Eso es como ser abogado, todos los días hay que ir hasta dos y tres veces al Juzgado, porque se está negociando el Karma. Se está pagando el Karma de siete existencias. Hay delitos que son tan graves y karmas tan pesados que si llegaran a cobrárnoslos no podríamos auto-realizarnos. Entonces, es necesario estar a diario negociando.

En determinado momento puede aparecer el maestro Anubis y decirnos: “mira, te viene tal karma, tienes que negociarlo en tal forma”. Y uno podría responderle: “bueno, hagamos eso”. Pero no. Voy a poner como ejemplo el caso de un compañero nuestro:

Una noche, en el mundo astral, se encontró con Anubis, que le dice: “mira, te viene un karma por orgullo y te toca una lepra”. Él respondió: “¿la puedo negociar?”. -“Sí, te irás para Brasil en dos meses a buscar a un hermano”.

El hombre llegó al plano físico, se rascó la cabeza y pensó: mi señora, mis hijos, el colegio de mis hijos, mi casa, mi finca, mis salas de conferencias, mis compañeros, mis comodidades, mis amigos, mi lengua, mi plata, mis rentas, etc. ¡cómo me voy a ir para allá!

Lo cierto del caso es que buscó a Anubis y le dijo: “No voy, mándeme la lepra”. A los dos meses la familia lo llevó a internar a Agua de Dios, lo metió allá por quince años.

El hombre decidió pagar con dolor. A los dos meses no tenía esposa, ni hijos, ni automóvil, ni casa, ni finca. Si hubiese ido a hacer su trabajo no habría sufrido tanto, pero el apego a sus cosas lo hundió terriblemente.

Similares a este caso hay muchos. Cuando la familia pesa más que la Obra no hay posibilidad de que se pueda pasar prueba alguna. Es importante, entonces, que toda persona que esté intentando la auto-realización del Ser reflexione y comprenda cuál es la verdadera posición de cada cosa.

Todos los valores que le ha dado la sociedad a la familia repiten la estructura de la misma sociedad. Cuando los seres humanos éramos nómadas, y viajábamos por todas partes del planeta, nos movíamos, no estábamos sembrados.

Si comprendemos esto podremos hacer el trabajo en una sola existencia, podremos seguir adelante en el momento en que tengamos que tomar las decisiones.

Hay cuatro pruebas que nos ponen incesantemente cuando estamos en este trabajo. Son las pruebas de Aire, Fuego, Agua y Tierra.

Nadie pasaría las pruebas de Aire si tiene apegos. Cada vez que internamente nos arrojan a un abismo y gritamos, ese grito es síntoma inequívoco de un apego. Apego al cuerpo físico, apego a esto, apego a aquello, a un hijo, a una cosa, etc. Y nos lo hacen ver internamente los Maestros lanzándonos desde arriba. Entonces sentimos el terror de perder y gritamos.

Si fuéramos conscientes de que cada vez que compramos un aderezo más para la casa dividimos y fraccionamos nuestro amor, y que cuando estamos buscando la Auto-Realización estamos integrando el amor, no necesitaríamos tirar la cosa ni deshacernos de ella sino comprender por qué la queremos en la forma que la queremos. Si lo logramos hacer no necesitaremos despojarnos de la familia.

La familia es un deber. Pero tenemos que saber hasta dónde llegan los deberes y los derechos dentro de la familia para poder avanzar conscientemente en la integración de la Real Familia y la desintegración de la familia psicológica.

 

fuente: http://conocimientodesimismo.wordpress.com